En el año 2002, Disney Pictures haría una de las más grandes apuestas de la historia cinematográfica: Una adaptación de la Isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson.
A pesar de los bajísimos números de taquilla, The Treasure Planet fue considerado el epítome de la animación. Durante su año de estreno, recibió alabanzas de la crítica mundial gracias a su guion adaptado, efectos especiales e innovación de las aventuras espaciales.
Subestimada en su época por los fanáticos, la producción dirigida por Ron Clements y John Musker ha pasado a convertirse en una película de culto. De esta manera, es apreciada hoy en día como una obra indispensable para los fanáticos de la ciencia ficción.